sábado, 18 de junio de 2011

arriba y abajo

Hacer maletas. Stop. Preparar papeleo. Stop. Reservar pista. Stop. Ir punto encuentro. Stop.
Cuando reciba esto me sentiré muy emocionado. Habrá llegado el día. Me dispondré a toda prisa a realizar las tareas previas y en unas cuatro horas tendré todo listo. Mi compañera de viajes y yo montaremos en el aeroplano y despegaremos. Será uno de esos días soleados con nubes esponjosas, y nosotros nos sumergiremos en ellas. La situación atmosférica permitirá la poca altura que mantendrán las nubes y que nosotros disfrutemos de ese precioso evento. Tras media hora de vuelo terminaremos de atravesar la masa nubosa y nos encontraremos sobre nuestro destino. Imponentes montañas de norteño verde color se extenderán mas allá de lo que nos alcanzará la vista a ver y espesas brumas cubrirán las zonas bajas de las laderas. Vivos y serpenteantes ríos irán a desembocar a un enorme, céntrico y oscuro lago. El sonido ambiente será pacificador y solo se vera interrumpido por el zumbar de nuestro motor. Avistaremos desde el aire, cuando hayamos perdido altura, el aeródromo de destino. Nos dirigiremos a el y tomaremos tierra.

No hay comentarios: